lunes, 22 de febrero de 2016

NOM 199: ataque a los mezcaleros

E
n años recientes, la venta y el consumo de bebidas destiladas de diversas variedades de agaves, distintas al tequila, ha cobrado auge y popularidad en todo el país. Muchos de esos destilados, que genéricamente son llamados mezcal, pero que regionalmente tienen otros nombres, son producidos de manera artesanal, provienen de vegetales silvestres y forman parte de una actividad ancestral de pequeños productores de pueblos originarios en 27 entidades de la República.
En cierta forma, la evolución en el consumo y popularidad de esas bebidas se explica como resultado de la proyección global, la profusa comercialización y la industrialización que ha experimentado el tequila –considerado la bebida alcohólica tradicional de nuestro país–, lo que ha provocado una merma en su calidad y su valoración en distintos círculos de consumidores nacionales.
Con ese telón de fondo, a finales de noviembre pasado la Secretaría de Economía presentó un proyecto de Norma Oficial Mexicana (NOM), la número 199, que pretende imponer a los productores de mezcales tradicionales la obligación de rebautizar sus productos con el nombre genérico de komil y prohibirles además que usen en sus etiquetas referencia alguna a la palabraagave. Semejante medida representaría un duro golpe para la producción artesanal de los destilados, toda vez que impediría su identificación por un buen número de consumidores.
Esta agresión contra los productores tradicionales de mezcal no es, sin embargo, hecho aislado. Por lo menos desde 1997, cuando se emitió una NOM para la denominación de origen de los mezcales, amplias regiones del país dedicadas a la producción artesanal de esos destilados fueron excluidas de dicha regulación, pese a que los agaves mezcaleros son un signo característico de la rica biodiversidad que puede hallarse prácticamente en todo el país. De esa manera, se prohibió a un amplio número de productores que llamaran mezcal a sus productos, en un acto claramente discriminatorio y transgresor de una tradición de artesanos mezcaleros que ha sobrevivido por generaciones.
Desde 2012, con los proyectos de normas oficiales 186 y 006, se ha intentado prohibir a esos productores el uso del término agave en sus destilados, lo que profundizaría la exclusión mencionada. Detrás de estas asonadas contra los fabricantes de mezcal artesanal puede percibirse la mano no tan invisible de las grandes empresas tequileras nacionales e internacionales, renuentes a compartir un mercado de destilados que, en aproximadamente 25 por ciento, se ha reorientado al consumo de productos de agave distintos al tequila. Debe recordarse que desde 1992, en el sexenio de Carlos Salinas, se otorgó a las corporaciones una importante cuota de poder fáctico, con la promulgación de una Ley de Normalización, que señala la participación de la industria en la elaboración de las NOM.
Es evidente que la propensión de las autoridades a defender los intereses de las empresas tiene un efecto adverso en la biodiversidad: al trastocar las posibilidades de comercialización de productos distintos a los protegidos por las denominaciones de origen, se afecta también su producción.
Se asiste, en suma, a un proceso análogo al que se ha vivido con el caso del maíz, cuyo nombre y patentes han intentado ser apropiados por la trasnacional Monsanto, en perjuicio de variedades y formas de cultivo tradicionales e inveteradas, puestas en práctica principalmente por pequeños productores agrícolas.
En un entorno plagado de desigualdades, el impulso a políticas que favorecen a los intereses económicos preponderantes, en perjuicio de los más débiles, acentúan las injusticias y desigualdades sociales y demuestran el carácter nocivo del actual modelo de desarrollo. El ataque contra los artesanos mezcaleros y sus productos es, en ese sentido, un ejemplo adicional de los despropósitos que pueden llegar a cometerse como consecuencia de dicho modelo.

miércoles, 8 de mayo de 2013

En el Octavo festival del Pozole y el mezcal, se degustará la mejor cocina y bebida guerrerense

*Inicia el miércoles 8 de mayo en las instalaciones de la Feria de Navidad y Año Nuevo.
CHILPANCINGO, Gro., 06 de mayo de 2013.- Del 8 al 12 de mayo se realizará en las instalaciones de la Feria Navidad y Año Nuevo el Octavo Festival del Pozole y el Mezcal, donde los asistentes podrán degustar de exquisitos platillos y una extensa diversidad de mezcales guerrerense.
 
En el festival participarán mezcaleras y restauranteros de Chilpancingo, Eduardo Neri, Tixtla, Mochitlán, Chilapa, y Quechultenango, entre otros, quienes además del tradicional pozole ofrecerán diversos antojitos de la región.
 
La pozolería que salga ganadora en el evento, representará a Guerrero en el evento nacional El Cucharón de Oro.
 
El festival promueve el pozole en sus diversos tipos y variedades, blanco, rojo, verde, con pollo o con cerdo, el cual por lo general se sirve en una cazuela de barro.
 
Además, para dar un mejor sabor al pozole los comensales le añaden ya en el plato, cebolla, chile, aguacate, orégano, jugo de limón, chicharrón, tortillas doradas, entre otros complementos.
 
Cabe destacar que el famoso mezcal guerrerense se ha ganado ya un lugar en la gastronomía mexicana, además de que está protegido por la denominación de origen y se encuentra en el proceso de estandarizar su método de elaboración.
 
En la organización del evento participan el gobierno del estado y el Ayuntamiento de Chilpancingo, que han trabajado coordinadamente en la organización de tan esperado evento por los habitantes de la capital del estado.

domingo, 5 de mayo de 2013

Comida Guerrerense

Urge el registro de los procesos de elaboración de la comida guerrerense, afirma investigadora francesa

Karla Galarce Sosa

La investigadora francesa Françoise Aubaile-Sallenque dijo que es necesario un registro impreso que detalle los procesos de elaboración de alimentos en la comida mexicana y guerrerense, puesto que la constante emisión publicitaria, resultado de la venta de comida rápida a nivel mundial, modifica hábitos culturales milenarios.
Durante su participación en el simposio internacional de medio ambiente y turismo, efectuado como parte de las actividades de la maestría en turismo convocada por la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) y que terminó ayer en Tecpan, la especialista en antropología de la alimentación expuso que la integración de dietas en las distintas culturas mundiales, son resultado de adaptaciones al medio ambiente, que ofrece para cubrir sus requerimientos nutricionales.
Ante medio centenar de asistentes, destacó que los hábitos alimenticios tienen una gran influencia religiosa y que la mayoría de las veces, el “alimento base” es ofrendado a la cosmogonía de las culturas que lo ofrecen, pero que además, implica la elaboración de cocinas sumamente complejas que incluyen especias, colores, olores y sabores únicos que diferencian unas culturas de otras.
“En las cocinas existe una adaptación marcada por criterios comprendidos entre el medio ambiente y la sociedad, porque existe una comida como alimento social, aunque ahora la vida moderna ha generado cambios importantes”, dijo la especialista ecoantropóloga y etnobióloga del Museo Nacional de historia natural de París.
Mencionó también la estrecha relación que hay entre los calendarios religiosos y la disposición de antiguas recetas de “gustos ostentosos” que las familias y grupos poblacionales realizan en fechas importantes, que van desde las celebraciones como uniones matrimoniales, a las marcadas por las tradiciones populares como los días de Navidad en los países del mundo o el Día de Muertos en México.
Habló también de que ahora, el alimento también marca la mejora económica de los países, debido a que las proteínas y su origen, representan el poder adquisitivo de las culturas en el mundo contemporáneo.
Cuestionó la ausencia de una “memoria de los alimentos” en culturas milenarias, así como la falta de metodologías que transmitan las técnicas de cocina a nuevas generaciones. Dijo que falta estudiar también la influencia de los migrantes en la comida de los pueblos a donde llegan, aunque mencionó la presencia de comunidades de latinos en Estados Unidos, como ejemplo de ese fenómeno.
Explicó que con el flujo migratorio en todo el mundo, también se intensifica la circulación de objetos transculturales que dinamizan la apropiación de alimentos, recetas, estilos alimentarios en muchas partes del mundo.
Al final indicó que la alimentación, como un patrimonio mundial, de manera concreta las cocinas tradicional mexicana, así como la comida gastronómica de los franceses, la dieta mediterránea y la elaboración del pan de especies de en el norte de Croacia forman parte del patrimonio del mundo.
En el simposio internacional, también participó el investigador Serge Bahuchet, quien habló de la estrecha relación de adaptación de vida de los pueblos, a partir de su medio ambiente. (Karla Galarce Sosa).
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Consulta en:
http://suracapulco.mx/archivos/78997

viernes, 15 de marzo de 2013

martes, 25 de septiembre de 2012