martes, 25 de septiembre de 2012

miércoles, 2 de mayo de 2012



“Cuando falta entendimiento, cuando todo es puro gozo, cuando el mundo es muy hermoso o el recuerdo está sediento, si hay un mal presentimiento o te enfermas de amargura, oye un consejo sincero: toma un mezcal de guerrero y verás como te cura”.

Niño alegre es el mezcal, santo patrono del mareo, provocador del jaleo, y se cura de todo mal, es principio y es final, de todo mitote y fiesta, siempre tiene respuesta, a flor de piel y de labios, argüendero loco y sabio, vale más de lo que cuesta.

Agua clara y cristalina, que nace de los magueyes, el agua para las vacas, el mezcal para los reyes…

(A la Sombra del mezcal, de Juan Sánchez Andraca)
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—A la Sombra del mezcal

Presencias y evocaciones

Por : josé rodriguez

A la memoria de Víctor Celso Cruz Montes, profundo conocedor en la materia.

Tan pronto como el Ing. Rubén Sánchez Rendón, puso en mis manos la obra “A la sombra del mezcal”, decidí leerla convencido de que es un buen producto literario. Como en sus novelas anteriores, Juan Sánchez Andraca, sabe manejar con destreza el género novelístico. Es un gran maestro de la narración que domina como pocos la frase corta y sabe combinar la técnica que se exige para el caso. Es franco, directo, incisivo y profundamente pedagógico. En esta obra como en casi todos sus libros anteriores introduce elementos erotico-emotivos que despeja en el momento preciso. Ni antes, ni después.

A la sombra del mezcal, es un trabajo de filigrana. Cumple el propósito de evidenciar el esfuerzo que por años han desarrollado generaciones de guerrerenses, dedicados a la producción de mezcal, para gusto y salud de todas las clases sociales, especialmente la población campesina. Los fabriqueros han conservado con admirable celo los secretos y habilidades para producir esta bebida, que para algunos, es “elixir de los dioses”. El autor hace gala de su conocimiento, experiencia e información recabada en distintos lugares del país, especialmente en el estado de Oaxaca y en las regiones de Guerrero.

Juan relata los tiempos aquéllos en que los productores de mezcal eran salvajemente reprimidos por funcionarios del gobierno. Fue el gobernador Alejandro Cervantes Delgado, quien no tan sólo protegió a los campesinos dedicados a esta actividad, si no que estableció medidas para estimular la organización, siembra, producción y difusión a todo lo relacionado con el maguey-mezcal. Se afianzó la idea de que esta bebida si se toma con moderación, puede generar pleno disfrute y larga vida. Sánchez Andraca en su ameno relato pone en boca del ilustre escritor oaxaqueño Andrés Henestrosa, quien atribuyó su longeva existencia de más de cien años a la costumbre de tomar diariamente tres copas de mezcal. “…Si quieres vivir muchos años, si quieres tener una vida sana y caminar por el mundo sin nervios, sin prisas y alegre, no dejes de tomar mezcal” (pág. 109.).

Esta es una novela alejada de la ficción. Sus paisajes físicos y humanos son reales; los personajes se identifican fácilmente; acota referencias sobre hechos, datos, cifras, costumbres, prácticas y formas de organización y producción. Como es el caso de los dirigentes de las diversas organizaciones de productores de mezcal y el trabajo de certificación que realiza a nivel nacional el Consejo Mexicano Regulador de la Calidad del Mezcal, conforme a la norma NOM-070-SCFI-1994. Enumera las gestiones que a lo largo de décadas realizaron varias plantas destiladoras como la que lanzó la marca “Mezcal Guerrero”, en Teloloapan. Sería largo mencionar a todos los personajes que desfilan en el libro mencionado. Basta con afirmar que los esfuerzos, preocupaciones y tribulaciones, se registran con nombre y apellidos. Se hace justicia a Chilapa, Chichihualco, Zumpango, Xochipala, Zihuaquio, Mazatlán, Almolonga, Atliaca, Pilcaya y algunos otros lugares de la Sierra de Guerrero y la región Centro del estado.

El autor reconoce el ejercicio de documentación y promoción del ingeniero Tulio R. Estrada Castañón, quién compartió el resultado de su investigación, experiencias y entrevistas. Debo mencionar que en la novela se incorporan muchos trabajos poéticos relativos al mezcal, recopilados por el ingeniero Tulio. Otros pertenecen a la autoría de Emilio Ángel Lome Serrano, José León Guevara Manzanarez, Sem Díaz, Horacio Adame Hernández y el Profr. Luis Aguilar Sánchez.
Me uno a las felicitaciones a la Fundación Produce, que preside el ingeniero Enrique Ramírez García, al presidente del Consejo Nacional de Productores de Maguey-mezcal; a don Filiberto Saldaña Muñoz, presidente del Consejo Estatal; a don Carlos Renato Hernández, coordinador del mismo Consejo y al señor Albino Tlacotempa Zapoteco, del Mezcal Sanzekan, por haber ayudado y patrocinado esta gran novela de nuestro amigo el reconocido escritor Juan Sánchez Andraca, quien contribuye a revalorar esta actividad de nobleza y tradición.


Cuando falta entendimiento,
Cuando todo es puro gozo,
Cuando el mundo es muy hermoso
O el recuerdo está sediento.
Si hay un mal presentimiento
O te enfermas de amargura
Oye un consejo sincero:
Toma un mezcal de Guerrero
Y verás cómo te cura…
Emilio Ángel Lome Serrano

Copyright: Diario 21


martes, 6 de marzo de 2012

Mole de fiesta

Itacate


Marco Buenrostro y Cristina Barros

Santiago Miltepec es uno de los municipios del distrito de Huajuapan de León, Oaxaca; se encuentra en la región mixteca. Es una zona de serranías con clima seco y cálido. Entre las aves hay codornices, torcazas, palomas y tórtolas, así como águilas y zopilotes de vuelo majestuoso que evidencian la pureza del aire. Pueden encontrarse armadillos, tlacuaches, venados, conejos y liebres; también coyotes y zorros, así como víboras de cascabel y coralillo.

Cactáceas como la biznaga, el maguey y el nopal son parte del paisaje; en temporada hay sabrosas pitayas y garambullos; durante las lluvias se recolectan verdolagas, alaches y otros quelites. Dan su sombra los encinos, fresnos, y los ahuehuetes a orillas de los ríos. Se dan bien cítricos, como la naranja y la mandarina, la chirimoya y el aguacate; también el nanche. Hay buen mezcal.

Como otros lugares de la Mixteca, Santiago Miltepec cuenta con bandas de aliento cuya fama trasciende los límites de Oaxaca. Entre sus artesanías destaca la cestería y diversos objetos hechos con la palma regional. Es común ver a hombres y mujeres tejiendo mientras platican o caminan.

El primer viernes de cuaresma, se celebra al Señor de las Llagas. Hasta ahí llegan hermandades provenientes del mismo estado, pero también de Veracruz, Puebla, Guerrero y Distrito Federal, entre otros lugares del país. Hay registros parroquiales de este intercambio de por lo menos 160 años.


En este contexto tuvo lugar la primera Feria del Mole de Fiesta, que fue en parte promovida por Juan Bautista Cuevas, quien compartió interesantes datos. El mole dulce o de fiesta está presente en bodas, bautizos y celebraciones, como los cambios de mayordomías. Las expertas en su elaboración suelen tener 70 años o más.

Uno de los propósitos de la feria fue hermanar a los pueblos cercanos; estuvieron presentes 32 cocineras que fueron reconocidas por los más de 3 mil asistentes y por las autoridades municipales. Provenían del mismo Santiago Miltepec y de otras poblaciones, como Santa María Camotlán, de Asunción Cuyotepeji y San Juan Bautista Suchitepec.

El tradicional mole dulce tiene muchas variantes; entre sus ingredientes hay chiles ancho, mulato, guajillo y pasilla; condimentos como semillas de cilantro, canela y hierbas de olor. Otros componentes son almendras, cacahuate, ajonjolí, pasitas, chocolate, plátano macho y tomate de cáscara. En la receta que prepara Josefina García, hay también manzana amarilla. Se acompaña con arroz, frijoles y tortillas hechas a mano.

Esta feria se suma a los tradicionales festivales del mole de caderas y del chileajo, también famosos.

marcri44@yahoo.com.mx

http://www.jornada.unam.mx/2012/03/06/opinion/a06o1cul